Una mirada a las primeras reglamentaciones de automóviles de Ciudad de México (1903) y Santiago de Chile (1908)
Resumen
Desde finales del siglo XIX e inicios del siglo XX los automóviles se convirtieron en verdaderos signos de modernidad alrededor del mundo, al representar imaginarios de adelanto tecnológico y al constituirse en la forma de movilidad urbana por excelencia, en un proceso que remplazó a la movilidad animal, de vapor y eléctrica en favor de la mecanizada por medio de combustión. Este trabajo tiene como finalidad reflexionar sobre el uso de las primeras reglamentaciones automovilísticas en dos ciudades Latinoamericanas, Ciudad de México y Santiago de Chile, para ayudar a entender cómo fue el proceso de caracterización de esos aparatos como signos de modernidad, y esto se hará por medio de observar el contenido discursivo de esas normativas, que pintaban a los aparatos como medios de adelanto tecnológico, de civilidad y de urbanidad, que necesitaban ser controlados para garantizar sus usos correctos y evitar sus peligros. Concretamente se observarán los contenidos de las reglamentaciones de 1903 (México) y 1908 (Chile), para realizar un ejercicio de contraste, al centrarse en puntos en común y en diferencias en cuanto a cómo se buscaba controlar a esos novedosos artefactos al momento de su introducción en esas ciudades.